Un problema delicado: las hemorroides

   Ogden Nash dijo una vez: "Quienes trabajan sentados ganan más que aquellos que trabajan de pie". Sin embargo, muchas personas de la primera categoría tienen que gastar más dinero en el tratamiento de las hemorroides que han desarrollado como resultado de su trabajo sedentario.

    Las hemorroides (del griego haima, "sangre", y roe, "flujo") son una de las enfermedades más comunes del recto, causadas por venas varicosas y nódulos venosos en la parte inferior del recto. Los síntomas típicos de esta enfermedad son sangrado periódico del recto, caída de los nódulos, inflamación y dolor. Estadísticamente, una de cada siete personas en el mundo sufre esta enfermedad durante su vida.

Existen tres tipos de hemorroides:

• externas: la hemorroide se encuentra cerca del ano, se siente como una compactación debajo de la piel y hace que la piel en esa área sea más sensible.
• internas: la hemorroide no sobresale, pero a medida que avanza la enfermedad, los nódulos pueden caerse del ano. Las venas varicosas se encuentran en la capa submucosa del intestino. Por lo general, no causa molestias.
• mixtas: los bultos hemorroidales provienen tanto del interior como del exterior del recto.

    En la mayoría de los casos, el desarrollo de las hemorroides está influenciado genéticamente.

    Las causas que provocan las hemorroides son:

• trastornos intestinales (estreñimiento, diarrea);
• uso frecuente de laxantes y enemas;
• sexo anal;
• obesidad;
• estilo de vida sedentario;
• trabajo físicamente exigente;
• enfermedad inflamatoria pélvica;
• consumo de alcohol y comida picante y grasosa;
• estrés.

     Si notas rastros de sangre en tus heces, si te molesta la picazón, el dolor o la incomodidad en el ano, si se caen los bultos hemorroidales o si hay un bulto doloroso en el área anal, debes visitar a un proctólogo.