Hablar sobre enfermedades no es la parte más romántica de una relación. Especialmente cuando se trata de enfermedades venéreas, no es una tarea fácil contarle a tu pareja sobre ello, pero aún es necesario hacerlo.
- Habla sobre las infecciones de transmisión sexual con tu pareja tan pronto como conozcas los resultados de tus pruebas y consulta a tu médico, no a Google. Asegúrate de que la infección se transmita exclusivamente por vía sexual y no a través del hogar o debido a una disminución drástica de la inmunidad. No pospongas la conversación porque estás poniendo en riesgo la salud de la otra persona.
- Si has tenido relaciones sexuales casuales o múltiples actos sexuales con diferentes parejas a lo largo del tiempo, informa a cada persona sobre los resultados de las pruebas. No tiene sentido acusar a la persona, ya que es posible que él o ella no haya sabido sobre el desarrollo de la enfermedad.
- La persona más difícil de hablar sobre esto es tu pareja habitual. No debes acusar inmediatamente a la persona que amas de engañar. Muchas enfermedades no se manifiestan de ninguna manera y se descubren por casualidad después de mucho tiempo (pueden tener un largo período de incubación). Es posible que te hayas infectado hace 5 o 6 meses con una persona completamente diferente, y las acusaciones recaen sobre la actual pareja inocente. Lo mismo podría haberle sucedido a él o ella.
- Elige un momento adecuado en el que tú y tu pareja estén listos para hablar y estén ambos tranquilos. Explica la situación basándote en lo que el médico te ha dicho. Habla sobre los síntomas y el tratamiento. Recomienda hacerse un chequeo pronto.
- No entres en pánico. Hoy en día, la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual se pueden manejar si acudes al médico a tiempo. Para detectar la enfermedad a tiempo, es necesario someterse a exámenes preventivos cada seis meses. No dudes en acudir a un urólogo o dermatovenerólogo si notas algún síntoma sospechoso.