La sexualización y la erotización son mecanismos de defensa que implican fantasías y actividades sexuales destinadas a hacer frente a la ansiedad, preservar la autoestima, reducir los sentimientos de vergüenza y desviar la atención de una sensación de entumecimiento interior.
¿Qué Significa Sexualización?
La sexualización es una defensa psicológica en la que las experiencias negativas, con la ayuda de pensamientos y actividades sexuales, pueden transformarse en positivas. Por ejemplo, los sentimientos dolorosos al ir al médico se transforman en fantasías sexuales sobre enfermeras. Esto permite controlar la ansiedad, mantener la autoestima y desviar la atención del malestar y la vergüenza.
El Objeto de la Sexualización en Mujeres y Hombres
Las mujeres tienden a sexualizar más la dependencia, la sumisión y el proceso de aprendizaje, lo que se manifiesta en tendencias masoquistas. En cambio, los hombres sexualizan la agresión, el deseo de posesión, el poder y el dinero.
Sexualización como Defensa Psicológica
La sexualización comienza a manifestarse a una edad muy temprana y a menudo es apenas consciente. Cuando un niño pequeño está muy ansioso, puede comenzar a masturbarse, ya que esta será la única forma disponible para aliviar la tensión y concentrarse en el placer. No se debe avergonzar o reprender al niño por esta forma de respuesta; enseñar formas alternativas de liberar la tensión es más eficaz. A menudo, el objetivo de la sexualización son eventos traumáticos que pueden ser revertidos y presentados como afirmativos de la vida.
Si en la edad adulta recurrir a recuerdos sexualizados tempranos ayuda a mantener la armonía en el estado psicológico, diversificar agradablemente la vida sexual y satisfacer los intereses de ambos socios, esta es una aplicación constructiva de la defensa. Por ejemplo, un socio que temía a su maestro en la escuela ocasionalmente convierte eso en un escenario sexual, donde se juega una relación de subyugación de mutuo acuerdo.
Si esta defensa ha llevado a una fijación intensa en un método particular de placer, que se vuelve imposible sin atributos específicos, lo que resulta oneroso para la persona, hay motivo para consultar a un especialista. Si un socio que prefiere la posición sumisa necesita experimentar un terror absoluto para excitarse, elige personas agresivas y violentas y puede convertirse en víctima de abuso sexual y explotación.
¿Es un Problema la Sexualización?
Así, la sexualización no es intrínsecamente problemática ni desestabilizadora para la psique. Solo el contexto y las consecuencias de la defensa en la vida adulta determinan si debe considerarse como una adaptación positiva, un hábito invisible o un impulso patológico.