Inteligencia Emocional - ¿Por qué la necesitamos?
Angélica Nazarenko
Psicólogo, sexólogo
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Publicado:13 Septiembre 2024
"Las emociones nos hacen quienes somos" (Robert Kiyosaki).
Utilizamos la inteligencia emocional (IE) todos los días: la capacidad de reconocer nuestras propias emociones y las de los demás, y gestionarlas.
Muchos expertos se refieren a la IE como la habilidad más prometedora del siglo XXI. Un alto nivel de IE influye positivamente en las relaciones en la escuela, la universidad y el trabajo, mejora la adaptación social, la percepción que los demás tienen de nosotros, el rendimiento académico, el éxito laboral y la satisfacción con la vida propia y las relaciones matrimoniales.
Acerca de la inteligencia emocional - cuatro vectores de desarrollo:
- Autoconciencia: comprender nuestras emociones y cómo afectan nuestros pensamientos y comportamientos, conocer nuestras fortalezas y debilidades.
- Autogestión: autocontrol, adaptabilidad, confiabilidad, iniciativa.
- Conciencia social: entender el comportamiento de los demás, sentirse cómodo en la sociedad.
- Gestión de relaciones: capacidad para desarrollar y mantener buenas relaciones, comunicarse, inspirar e influir en los demás, trabajar en equipo y resolver conflictos.
Si una persona tiene baja IE:
- A menudo se siente incomprendida, lo cual la molesta.
- Se sorprende cuando las personas se ofenden por sus palabras, pensando que los demás son demasiado sensibles.
- Espera de los demás lo que puede hacer por sí misma.
- Encuentra a alguien a quien culpar, pero no ve su propia responsabilidad.
- Se irrita cuando los demás esperan comprensión de su parte.
Alta inteligencia emocional:
- Somos capaces de reconocer y aceptar nuestras emociones sin dividirlas en "buenas" o "malas".
- Podemos controlarlas sin dejar que nos controlen.
- Mostramos empatía, comprendiendo los sentimientos de las personas sin necesidad de palabras.
¿Por qué es necesario desarrollar la inteligencia emocional?
Desarrollar la IE es importante porque ayuda a entender y gestionar las emociones, mejora la comunicación con los demás y contribuye a construir relaciones sólidas. Con un alto nivel de IE, es más fácil lidiar con el estrés, los conflictos se resuelven de manera más efectiva y se toman decisiones equilibradas. Esto promueve el crecimiento personal y mejora la calidad de vida: la capacidad de empatizar y entender los sentimientos de los demás nos hace más sensibles.
Cómo desarrollar la IE - Consejos valiosos
Los científicos han concluido que la infancia es el período óptimo para el desarrollo, pero nunca es tarde para desarrollarla a cualquier edad.
- No dividas las emociones en "buenas" y "malas". Escucha los sentimientos que te abruman en cualquier momento. Trata de identificar sus causas y siente cómo las emociones afectan tu comportamiento. Puedes llevar un diario, anotando qué y cuándo sentiste, dónde y en qué situación ocurrió.
- Observa cómo reacciona tu cuerpo al estrés. Aprende a leer las reacciones corporales; comprenderás mejor cuándo necesitas tomar un descanso y recuperarte.
- Aprende a mantener la calma en situaciones estresantes, controla la ira, no dejes que las emociones te dominen. Entrenamientos de atención plena y la meditación pueden ayudar.
- Intenta ponerte en el lugar de otra persona. Aprende a reconocer y aceptar las emociones de los demás, muestra empatía, comprende los sentimientos que no experimentas y responde a ellos con respeto.
- Comunica, desarrolla tus habilidades de comunicación, no te olvides del humor y mantén una actitud positiva.
- Consulta a un psicólogo para que te ayude a reconocer tus emociones.
En un mundo donde la interacción con las personas juega un papel importante, un alto nivel de inteligencia emocional es esencial para el éxito personal y profesional. Al desarrollar esta habilidad, mejoramos nuestra vida y hacemos del mundo que nos rodea un lugar un poco mejor.
Fuentes:
- Goleman, D. (1995). Emotional intelligence. New York, NY: Bantam Books, Inc.
- Salovey, P., & Mayer, J. D. (1990). Emotional intelligence. Imagination, Cognition and Personality, 9(3), 185-211.
- Bar-On, R. (2006). The Bar-On model of emotional-social intelligence (ESI). Psicothema, 18, 13-25.
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