¿Cómo prepararse para el sexo anal?

    En este artículo, describiremos cómo prepararse para el sexo anal, independientemente de tus preferencias o orientación sexual.

    Habla con tu pareja

    En primer lugar, habla sobre tu voluntad y deseo. El sexo debe ser consensuado. También es importante discutir tus preocupaciones sobre el sexo. Debes dejar claro que puedes detener las actividades sexuales en cualquier momento, especialmente si algo va mal.

    También es igualmente importante discutir la posición de tu cuerpo durante el sexo. No todos los hombres en parejas heterosexuales eligen desempeñar un papel activo. Por eso es importante discutir tu papel de antemano.

   Relájate

    Relájate tanto física como mentalmente. Si tú y tu cuerpo están tensos, no experimentarás placer, ya que la tensión de los músculos alrededor del ano provocará sensaciones dolorosas y dificultad en la penetración.

    Por eso es muy importante confiar el uno en el otro y poder relajarse en el momento adecuado.

    Si sientes tensión o miedo, habla de ello con tu pareja. Encuentren algo que los pueda calmar a ambos.

   Prepárate

    Un enema, lubricante, condón y los juegos previos son cuatro factores importantes para la preparación.

    Un enema te permitirá limpiar tus intestinos, pero no es necesario limpiar las capas más profundas. Siempre puedes comenzar con una penetración incompleta (es importante hablar de esto con tu pareja). El enema debe realizarse con agua tibia. El día antes del sexo anal, intenta evitar comidas pesadas, esto facilitará la limpieza de los intestinos y evitará situaciones indeseadas durante la penetración.

    Debes usar solo lubricantes a base de agua especializados para el sexo anal. Lo mismo se aplica a los condones. Se cree que la protección durante el sexo anal no es importante; sin embargo, este tipo de sexo puede provocar microgrietas e infecciones. Por lo tanto, la protección es importante. El lubricante no debe tener un efecto anestésico. Esto te permitirá ser más sensible al proceso y darte cuenta a tiempo si algo ha salido mal.

    Los juegos previos te permitirán relajarte más y sentirte más excitado. Esto te ayudará a confiar más en tu pareja, relajar tu mente y tus músculos, y prepararte para el disfrute.

    Qué hacer después

    Toma una ducha para eliminar el lubricante y las bacterias. Ten una conversación con tu pareja. Como en cualquier otro proceso, es muy importante tener una retroalimentación honesta sobre las actividades sexuales. No dudes en decirle a tu pareja si algo no te gustó. Cualquier experiencia debe ser discutida, esto les permitirá conocerse mejor y encontrar formas de disfrutar más.

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