El momento adecuado para hablar sobre sexo

    En un artículo anterior sobre "¿Es necesario hablar con la pareja sobre sexo?", descubrimos que es necesario hablar al respecto.

    Aquí hay un recordatorio de las cosas más importantes:

1.  Construye la conversación de manera amigable, sin juicios ni críticas.
2.  Durante una conversación, aborda un tema a la vez: ya sea un problema, una solicitud o una fantasía. No mezcles temas, este es el ingrediente principal para el éxito.
3.  Piensa de antemano en tus preguntas y prepárate para responderlas tú mismo.

    Recuerda que cada persona es diferente y, aunque puedas ser cercano y sincero con tu pareja, él o ella puede tener una idea diferente de la tuya sobre hablar de temas íntimos.

    En esta ocasión, analizaremos cuál es el mejor momento para hablar sobre sexo.

     Planifica un horario. Elige un día de la semana en el que ambos estén libres durante al menos media hora. Estas conversaciones no deben apresurarse. No hables sobre sexo cuando tú o tu pareja estén cansados o irritados.    

     Planifica el lugar. El dormitorio es donde normalmente tienen sexo, no donde hablan sobre ello. Elige un entorno neutral que no esté emocionalmente relacionado con el sexo, como la cocina o la sala de estar (siempre y cuando no sea el lugar donde habitualmente tienen sexo). Esto aumentará las posibilidades de tener un diálogo constructivo.

    Momentos en los que definitivamente no deberías hablar sobre sexo:

1.  Después del sexo, y mucho menos después de una mala experiencia, evitarás emociones intensas y recriminaciones mutuas. Después de un encuentro sexual exitoso, perturbarás la atmósfera de paz y probablemente arruinarás el estado de ánimo tuyo y de tu pareja. Elige una situación neutral en la que ambos estén de buen humor.
2.  Antes del trabajo u otro evento importante, no hay mejor ayuda que la prisa y el bullicio en este caso. La conversación será breve e insatisfactoria.
3.  Durante una discusión, podrías provocar un nuevo conflicto o empeorar el actual.
4.  Cuando no estás a solas, no discutas tu vida sexual con amigos o extraños. Esto es poco ético hacia tu pareja y a menudo conduce a una ruptura de confianza.
5.  Cuando estás conduciendo, conducir es un proceso que requiere máxima concentración. Por ejemplo, hablar de problemas sexuales puede provocar una discusión y un accidente.