El Impacto del Estrés en el Sistema Reproductivo

El estrés es un estado de tensión emocional y física elevada en el cuerpo humano. Es una respuesta natural que obliga a las personas a centrarse en los problemas y amenazas que surgen en la vida cotidiana.

Psicología del Estrés

Uno de los aspectos psicológicos peligrosos del estrés es la ansiedad. Provoca preocupaciones que afectan la productividad y la capacidad de "sobrevivir". A menudo se manifiesta como irritabilidad aumentada, distracción, problemas de concentración, depresión, ataques de pánico y pensamientos o acciones intrusivas.

Otro factor psicológico del estrés es la depresión, un estado de desesperación total, tristeza y falta de esperanza. La depresión destruye la energía vital, el interés por la vida y reduce la autoestima.

Fases del Estrés y Su Impacto en el Sistema Reproductivo

El proceso de estrés en hombres y mujeres consta de varias fases secuenciales acompañadas de reacciones fisiológicas características, cambios en la producción de hormonas y comportamientos. Cada una de estas fases tiene su especificidad y afecta al cuerpo en varios aspectos.

Fase 1 - Reacción de Alarma

Se caracteriza por la activación del sistema nervioso simpático. Durante este tiempo, se producen cambios en el sistema cardiovascular, aumento de la secreción de adrenalina y noradrenalina, elevación de la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Los niveles de dehidroepiandrosterona, cortisol, prolactina, testosterona, adrenalina y TSH aumentan hasta alcanzar su pico. El cuerpo extrae glucosa de sus reservas. Las personas experimentan sentimientos de ansiedad, nerviosismo y una mayor disposición para la acción. En esta fase, los hombres pueden experimentar problemas menores con la libido y la erección que no causan gran preocupación, o un interés aumentado en el sexo y la masturbación, con una mayor actividad sexual.

Fase 2 - Resistencia

El cuerpo intenta adaptarse al estrés y restaurar el equilibrio. Sin embargo, se presentan fatiga crónica, trastornos del sueño, cambios en el comportamiento alimentario y una disminución de la inmunidad. Los niveles de cortisol son normales o altos. Al mismo tiempo, hay una disminución en la producción de hormonas esteroides - testosterona, DHEA, progesterona. Los niveles de prolactina y TSH aumentan. El metabolismo se ralentiza, los niveles de azúcar en la sangre aumentan y se acumula tejido graso. A menudo ocurren problemas de intestino irritable y la digestión se ve alterada. El deseo sexual a menudo disminuye, su frecuencia disminuye y las erecciones pueden desaparecer parcialmente, con la masturbación ocurriendo con menos frecuencia de lo habitual.

Fase 3 - Agotamiento

Ocurre con estrés prolongado e intenso. Las reservas del cuerpo se agotan, las hormonas del estrés aumentan significativamente, lo que lleva a un deterioro del bienestar físico y mental. Los cambios de humor y comportamiento se vuelven más pronunciados. La inflamación y las enfermedades crónicas empeoran. Los niveles de cortisol caen por debajo de lo normal. La producción de prolactina, testosterona, DHEA y progesterona se ve alterada. La actividad sexual se reduce notablemente, la libido está ausente y los problemas con la erección son tan frecuentes que el hombre puede obsesionarse con ellos. Sin embargo, la frecuencia de la masturbación puede aumentar debido al malestar emocional por la pérdida de la erección, y el hombre comprueba la "funcionalidad" de su órgano sexual de esta manera.

Fase 4 - Depresión

En este caso, el cuerpo se niega a funcionar y a mantener un equilibrio hormonal normal para la fertilidad. Se produce una pérdida completa de interés o aversión hacia la actividad sexual, lo que lleva a problemas con la salud reproductiva y la concepción, haciendo imposible la planificación del embarazo.

El Impacto del Estrés en la Calidad del Esperma

El estrés en los hombres es un factor de riesgo que afecta la salud reproductiva. Esto se manifiesta en cambios en la concentración de esperma, su apariencia y la capacidad de fertilizar óvulos.

Estudios Interesantes

Un estudio realizado en Dinamarca en 2016 reveló que las personas con altos niveles de estrés experimentaron una disminución del 38% en la concentración de esperma, una disminución del 34% en el conteo total de esperma y una disminución del 15% en el volumen de semen en comparación con aquellos con niveles moderados de estrés. Cabe destacar que muchos estudios sobre el estrés y la fertilidad se centran en parejas que asisten a clínicas prenatales o de infertilidad, lo que puede no representar con precisión la relación entre el estrés y la calidad del semen en la población general. El estudio danés es particularmente valioso ya que examina un grupo de hombres sanos sin problemas de fertilidad conocidos.

Además, la investigación ha indicado que los hombres con niveles más altos de ansiedad y estrés tienden a tener una menor concentración y conteo de esperma. Adicionalmente, se encontró que los hombres con los niveles más altos de ansiedad tenían una motilidad menor, en promedio, en comparación con aquellos con niveles más bajos de estrés.

El aumento del estrés está directamente relacionado con la probabilidad de infertilidad masculina, la reducción de las posibilidades de concepción y embarazo en las parejas. Recomendamos cuidarse a tiempo, buscar ayuda de especialistas y no llevarse al agotamiento.