¿Es el sexo necesario para la salud?

     La pregunta en sí misma es incorrecta. La salud es una variable que se otorga al nacer. Puede empeorar como resultado de una enfermedad y volver a su nivel original después de la recuperación, es decir, puede mejorar.

     ¿Qué se puede hacer cuando la salud ya es buena? ¿Se puede mejorar con el sexo? No hay una respuesta clara.

    Existe el mito de que los hombres necesitan tener relaciones sexuales para prevenir enfermedades urológicas como la congestión pélvica. En realidad, los factores predisponentes de las enfermedades pélvicas son el trabajo físico intenso, la obesidad, la herencia, un estilo de vida poco saludable y los malos hábitos (fumar, consumir alcohol, drogas).

    No se ha demostrado científicamente que la falta de relaciones sexuales en los hombres sea crucial para la aparición de alguna enfermedad.

    Es bien sabido que la actividad sexual tiene un efecto positivo en el sistema cardiovascular y endocrino. Reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y aumenta la producción de hormonas (testosterona, estrógeno, oxitocina, serotonina).

    El sexo voluntario tiene un efecto beneficioso en el estado psicoemocional de un hombre. Cuando la necesidad de intimidad es naturalmente alta, la ausencia de sexo tendrá un impacto negativo en la calidad de vida. Sin embargo, un orgasmo experimentado con una pareja no es significativamente diferente de un orgasmo alcanzado por uno mismo, por lo que la masturbación es una solución.

    En 2016, investigadores de Hong Kong, Singapur y Estados Unidos publicaron los resultados de una encuesta realizada entre 1988 y 2002 a estadounidenses.

   Resulta que la cantidad de sexo no afecta la felicidad de las personas. Aquellos que no han tenido relaciones íntimas durante mucho tiempo son tan felices como los hombres y mujeres sexualmente activos. La psicología popular siempre ha creído que la abstinencia prolongada en un adulto físicamente sano indica disfunción emocional. "Tal vez haya otras medidas de intimidad humana que tienen un impacto mucho mayor en el estado mental y la actividad sexual pasa a un segundo plano", escriben los autores del artículo. Es una cuestión de autosuficiencia, confianza y aceptación de uno mismo, metas de vida y crecimiento personal. Por supuesto, esto no excluye el contacto íntimo.

    Por lo tanto, si un hombre maneja la tensión sexual ocasional por sí mismo (a través de la masturbación o el ejercicio) porque no quiere tener relaciones sexuales casuales y, sin embargo, no se siente infeliz, deprimido o solo debido a la falta de sexo, entonces todo está bien.

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